Reportaje: #150
Phoenix, el Mars
Lander, trabajando para la ciencia.
Phoenix rompiendo
la esclavitud de la ignorancia del hombre. Las imágenes ya dieron a entender
que esas manchas blancas eran hielo y no otra cosa. Gente que vive en lugares
de un invierno prolongado y marcado por temperaturas muy bajas reconoció al
instante las características de un hielo en evolución. Digo evolución porque la
nieve o el hielo es algo vivo: dependiendo de la temperatura, aumenta su
densidad o se derrite lentamente y, por ende, reduce su forma, volviéndose más
transparente.
También, por lo
menos yo, reconozco un hielo o una nieve que ha estado expuesta al viento y al
polvo que siempre hay en el aire durante un tiempo prolongado. Al llegar la
primavera después de un invierno largo, la nieve o el hielo se ensucia, y ya se
espera que desaparezca por completo o que caiga más nieve encima para refrescar
la vista. En esta imagen de Marte se ven capas de polvo y hielo o nieve
mezclados.
No sabemos
todavía en qué lapso de tiempo se acumula tanto polvo y tierra con la nieve o
el hielo. Estimo que no tanto, puede ser algunos años, nada más. Porque pienso
que toda la humedad se introduce en la tierra y, en una profundidad de diez a
veinte centímetros, ya satura el suelo con humedad y empieza a congelarse. Una
cosa quiero decir: no confío en los datos de la atmósfera. La atmósfera debe
ser seca y fría, con una inmensa capacidad para asimilar hidrógeno. No creo que
el hidrógeno se escape al vacío del espacio.
Cuanto más átomos
de hidrógeno se unen con otros elementos en el aire, más pesadas se vuelven y
menor es su volatilidad. Simplemente, el agua está congelada y no libera
suficiente hidrógeno para saturar por completo la atmósfera. Lluvias o nevadas
aisladas, seguro que hay en Marte. Hay imágenes suficientes que muestran las
evoluciones anuales de los glaciares en Marte.
Phoenix nos da la
libertad.
El filósofo o el
escritor de relatos fantásticos está ahora mano a mano con los científicos en
el tema del agua en otros planetas, o ellos se han puesto al día con los
soñadores de vidas en otros mundos.
Los soñadores
estamos rehabilitados. Podemos hacer un respiro y tomar un vaso de agua. Agua
en su forma más pura, sin contaminación. Seguimos soñando, nosotros los
soñadores de lo fantástico, de la vida extraterrestre. Los científicos lo van a
confirmar muy pronto y nos van a rehabilitar nuevamente. Estoy seguro, como
Bruno, mi amigo de una vida anterior, o como Galileo, mi amigo.
Así como él dijo:
“Aunque no lo crean, la Tierra se mueve”, así digo yo: “Aunque no lo crean
todavía, la vida biológica extraterrestre existe”. (Espero que no me quemen por
eso).
Josef Bauer
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