Reportaje: #258
Aquí tenemos una
roca muy simpática. Como presentador de reportajes serios, no puedo permitir
que la fantasía dirija las palabras. Pero la piedra se parece a una cabeza de
pescado. ¡No, no lo es!
Podría haber sido formada artificialmente, tal vez como arte o parte de un
ornamento de un edificio, una residencia. Tiene una forma cónica, como un
huevo; la fantasía puede imaginar ojos y una boca. En la nuca tiene un corte
con un ángulo de noventa grados, que de verdad es un poco raro en el conjunto
de la apariencia de esta piedra.
Lo que más me llamó la atención es otra cosa muy particular y muy interesante. De verdad, son dos detalles en el mismo lugar.
Fíjense en la
parte superior de la piedra. Ahí tiene un pozo, una herida de un impacto.
¡La piedra
recibió un impacto! No se puede definir si recibió este impacto de otra piedra;
en este caso, únicamente podría ser un meteorito, pero probablemente habría
reventado toda la piedra en pedazos.
La otra
alternativa es que esta piedra vino volando por el aire, producto de una
explosión, se golpeó y quedó con esta herida.
Una tercera, pero
muy remota posibilidad, es que se puso una granada sobre la roca y explotó.
He visto un piso
de concreto después de la explosión de una Granate de mano, como las que usa el
ejército, que cayó accidentalmente en un estacionamiento. También dejó un
pequeño cráter de dos o tres centímetros de profundidad.
La mayor energía
en una explosión al aire libre se distribuye hacia arriba y a los lados, sin
causar muchos daños. Un explosivo es solo explosivo cuando está encerrado en un
hueco y se enciende. Ahí revienta con máxima furia.
Este pequeño
cráter tiene su origen en una de estas tres posibilidades.
Seguimos en
serio. ¿Quién podría, y si alguien pudiera, quién explotaría justo sobre este
huevo de piedra una bomba? Quiero seguir en serio, pero ya me cuesta. ¿Creer
que un meteorito tiene tanta puntería y encuentra en su aterrizaje, con una
velocidad de veinte mil kilómetros por hora o más, esta piedra de un metro de
largo o altura? ¿Es esa una pregunta razonable?
Más en serio
todavía, me pregunto si esta cabeza de pescado se golpeó la cara en una caída.
Los peces no caminan, no vuelan y no se caen. ¿Fue esta piedra arrojada por un
marciano furioso hacia un astronauta de la Tierra? ¿A un investigador?
Soy serio, pero
hacer preguntas como las que acabo de hacer carece mucho de seriedad, aunque el
testimonio está ahí: la piedra y su hueco en la cara.
Esto nos da
credibilidad otra vez. Una piedra con un impacto podemos presentarla ante un
juez. No sabemos la causa, entonces sigue la investigación, y las preguntas
tienen legitimidad. Más aún, son obligatorias. Sin preguntar, nunca sabremos la
verdad.
Ahora, otra
sorpresa encima. Este cráter, este hueco, está habitado. Solo puedo describir
lo que mis ojos ven. Si la NASA nos diera imágenes más nítidas, podríamos
descartar al instante muchas posibilidades y descifrar los secretos más rápido.
Pero en este caso, yo veo algo como una pelota, algo redondito, en la parte
superior izquierda, al borde del impacto. Lo marqué con una flecha. Después de
un impacto, o después de que algo impactara o explotara en una piedra muy dura
–porque, si no, se habría roto en pedazos–, no puede estar ahí ninguna cosa. El
impacto fue como un martillo y un molino, y quemó todo en su aterrizaje. Me
explico.
Adjunto: 5 imágenes
La tercera imagen muestra el impacto y también el corte angular de 90 grados en la parte superior izquierda de la piedra.
¿Cómo llegó? ¿O qué es?
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