Los dioses
trajeron la tecnología a la Tierra, la misma que usaron en Marte.
De nuevo, hay una
clara conexión histórica entre Marte y los dioses de la Tierra.
La tecnología de
los dioses es muy sofisticada. Saben cómo manejar materiales exóticos y hacen
maravillas con máquinas de alta tecnología.
También deberían
ser capaces de curar muchas enfermedades que están más allá de nuestras
capacidades.
Saben cómo usar
las piedras para construir estructuras para la eternidad. Los pesos de los
bloques de sus construcciones no son como nuestros pequeños ladrillos, sino que
están formados por rocas, pero mil veces más grandes y pesadas. Nos trajeron
herramientas de trabajo simples y nos mostraron sus aplicaciones. Nos enseñaron
astronomía y la medición del tiempo derivada de ella.
Ayudaron a
organizar la joven civilización con reglas claras y conocían la importancia de
una raza sana y de sangre pura. Esto era una protección contra la mezcla con
razas no homínidas, ya que esto era aún genéticamente posible en el pasado. Es posible que al implantar algunos genes en
el genoma humano hayan evitado tal mezcla a partir de entonces.
En muchos
sentidos trataron de darnos información lógica y de prevenir procesos insanos
en la sociedad y en la vida cotidiana.
La regla más llamativa fue aquella en la que se implantó el miedo al
castigo en el alma de cada ser humano, en caso de que un individuo o incluso
grupos violaran agresivamente estas leyes divinas.
Hay que entender
bien la parte psicológica de una persona para entrar en la profundidad de su
alma y poder anclar en su subconsciente un tabú, una prohibición de algunas
acciones o costumbres negativas.
Ni un dios ni
miles de dioses pueden controlar uno tras otro en su comportamiento. Las reglas
dictadas por los propios dioses están bajo la protección de un tabú. Esto
prohíbe a la gente incluso pensar en ello bajo la amenaza de terribles
castigos.
Aunque ni Dios ni
un supervisor esté visiblemente presente, nadie se atreve a violar las leyes de
Dios. El miedo a ser castigado es tan fuerte en el subconsciente que no hay
necesidad de una supervisión directa constante. Este órgano de control interno
se llama conciencia. Activar esta conciencia es, en mi opinión, la forma más
inteligente de controlar uno o grandes grupos de personas.
Así es como nos
inocularon el miedo, y aún está presente en nosotros.
Los dioses
siempre nos han acompañado y guiado; todavía están ahí y nos observan. Tal vez
todavía nos guíen, pero lo que es seguro es que nos observan y nos permiten
avanzar lentamente cultural y científicamente.
Josef Bauer



























2 comentarios:
ojala que los dioses sigan cuidandonos y ojala algun dia se dignen a permitir que los conozcamos. saludos esta bueno tu articulo donde puedo leer mas acerca de todo esto ¡? saludos ¡
Gracias por tu comentario y por tu elogio.
En este blog hay una etiqueta con el nombre Reflexión, ahí entrego esporádicamente como dice la palabra, pequeñas reflexiones sobre diferentes temas. Siempre en un estilo muy personal y sincero. Pensamientos propios o conclusiones autenticas.
Gracias otra vez por tu interés
Saludos Josef Bauer
Publicar un comentario
Por favor, no vuelva a enviar su comentario. Su comentario aparecerá poco después de que se haya revisado el texto. No se trata de un proceso automático y puede tardar algún tiempo. Si se considera inaceptable, puede ser eliminado.
Escribe su comentario: