Reportaje: #018
Dos OVNIs en formación, volando en una noche hermosa en América del Sur
Como
siempre, no busco convencer a nadie de que las fotos son auténticas. Mis
propios ojos vieron lo que está en ellas.
No hay mejor testigo que yo mismo. Por razones tecnológicas, por la distancia,
por lentes insuficientemente potentes, por los movimientos de las manos y por
el aura energética que transmiten, es siempre imposible capturar una foto clara
con detalles. Para mí, no hay arte más hermoso que transformar objetos reales
extraterrestres, de esta naturaleza, en objetos reales terrestres, es decir, convertirlos
en obras de arte. La combinación de algo sumamente trascendente –un objeto de
otro mundo– presentado como testigo silencioso, que solo con su belleza, y no
con detalles tecnológicos, da testimonio. Nadie puede discutir una expresión de
arte. Los artistas ven el mundo en colores, formas y frecuencias.
Todas estas fotos dan un testimonio indiscutible de la belleza del universo.
No importa de
dónde vengan estos objetos.
No importa quién los construye o utiliza estos vehículos espaciales.
No importa si son productos de seres humanos con tecnología secreta. Sea como
sea, ver algo brillante en un cielo nocturno, ver algo insólito, es siempre una
inspiración.
Una inspiración para tener fe, para no perder el asombro ante algo grande, para
no olvidar jamás que todos somos una creación de un único creador en un
universo totalmente interconectado.
Cualquier comentario pueden escribirlo debajo de mi reportaje o reflexión, o con un clic en mi perfil en „contactos“ para enviarme un e-mail.
Josef Bauer
Wallpaper de esta Imagen: Dos Ovnis
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