Reportaje: #263
Vida es el
significado de algo que camina y habla, con patas y con voz. Es la primera
explicación que te da cualquier persona. Después se corrigen y agregan algo.
„No“, dicen, „también el pez. Él no tiene patas ni habla.“
Ya viene otra corrección, porque la gente se da cuenta de que, para explicar la vida, no basta una palabra.
Es más amplia, y cuanto más tiempo le das a una persona en una encuesta, más va a agregar. Se ríen y dicen: „Me olvidé de los árboles y de las plantas en general.“
Algunos añaden incluso los corales, los hongos y las medusas, con más del 98 por ciento de agua en su cuerpo. Y siguen buscando; hasta los muertos siguen, en la religión, con vida.
Ahí, poco a poco, termina la fantasía, y se retrocede un poco, reclamando algunos privilegios para el hombre que lo diferencian en gran medida de las otras formas de vida. Claro, somos capaces de razonar, de escribir y de usar una computadora. El cerebro es el mejor órgano para marcar la diferencia con el mundo animal, me dicen. La capacidad de recordar, de pensar abstractamente, de hacer algo, de planificar algo solo en la mente y, después, cuando está evolucionado, realizar esa construcción virtual con material real y mano de obra real.
Este tema es muy, muy interesante.
¿Cómo definir la vida y dónde poner los límites? Cuanto más se piensa en eso, más te das cuenta de que somos, en cierto modo, racistas.
No es un racismo entre la especie humana, blanco o negro, de tal país o del otro, bueno o malo.
No, somos racistas contra la vida. Un árbol, porque no puede caminar, pensamos que no siente o no tiene comunicación entre sus especies. Una planta con flor en una maceta, se sabe, siente miedo de ser quemada o de que le arranquen sus hojas o ramas, y también siente la paz de la persona en un hogar que la cuida.
Ahora han encontrado una forma de visualizar las frecuencias de los cantos de los delfines y, en principio, de todas las voces en el mundo animal. Esto va a traer un replanteamiento y una redefinición de qué es la vida. Sí, un día podremos traducir exactamente qué dice un delfín. Nos será difícil después seguir con la matanza de tantos animales indefensos.
Traducido al universo entero, significa que no tenemos ni la menor idea de qué es vida.
Nuestros océanos nos traen cada vez más sorpresas, con especies nuevas: peces transparentes, con ojos arriba y abajo, con luces en la lengua. Y si un pez curioso se acerca demasiado a esa luz en la lengua, entra directamente en la boca del pez. ¡Propaganda falsa con luces en la profundidad del mar!
Tantas variedades de vida en el mar, de las cuales no conocemos ni el diez por ciento. No soy biólogo y no puedo seguir con ejemplos en el mundo microscópico, pero estas criaturas exóticas en lo pequeño dan miedo.
No estamos preparados, ni moralmente ni científicamente, para definir qué es la vida. Hasta hace poco éramos la corona del universo. Hoy compartimos nuestros hogares con animales domésticos y les enseñamos algunos trucos, aunque, en verdad, ellos deberían enseñarnos muchos de los trucos que son capaces de hacer.
Voy a presentarles, de ahora en adelante, algunas imágenes de Marte que parecen mostrar una organización biológica.
Todo lo que va en contra de los elementos, contra el viento o el agua corriendo hacia lugares más bajos, es decir, una estructura que está curvada o agrupada para frenar y posiblemente aprovechar el curso del agua, aunque no parezca ser algo vivo, o dunas o algo parecido que se agrupa donde el viento no puede llegar para depositar la arena, me parece entonces que son estructuras inteligentes o con la capacidad de sentir la necesidad de hacerlo y buscar la forma de lograr ciertas metas, conscientemente o por instinto.
Por ejemplo, agruparse para protegerse de enemigos o de elementos como el viento, el frío, etc. Otra necesidad es organizarse para ser más fuerte o más efectivo en la búsqueda de alimentos o agua. Un árbol solo no puede mantener un ambiente húmedo, pero un grupo grande, como ocurre en los bosques, logra retener la humedad necesaria en el suelo por más tiempo. Si una planta fina no puede atrapar una gota de agua, tiene que formar una red de miles de estas hojas o plantas finas para poder filtrar la humedad del aire. Un grupo tiene más posibilidades de sobrevivir que un individuo. Con más órganos, con más inteligencia, cambia este comportamiento. Pero incluso los más capacitados, los patriarcas, procuran mantener un grupo unido, al menos los más jóvenes o débiles se quedan cerca de los grandes. Vamos a ver algunos ejemplos donde me parece que funciona el mismo sistema y la misma lógica sociológica en Marte.
Repito y termino con esto: La forma de la vida no importa. No buscaré en las imágenes elefantes, vacas o algo conocido. Lo importante es el crecimiento del individuo o del grupo. Crecimiento es vida, también en lo intelectual hay que buscar el crecimiento para mostrar que vives. El crecimiento es organización. Eso estoy buscando. Desviar las casualidades. Dos objetos iguales en un solo lugar con una anomalía reducen la casualidad y se acercan más, porcentualmente, a una organización.
Me puedo equivocar en algunas imágenes, y el futuro, con imágenes más nítidas, tal vez me obligue a rectificar algunas definiciones hechas.
Pero nada cambia en el aspecto de que vamos a encontrar, tarde o temprano, vida. Vida con alas y patas, vida con cuerpo transparente y hasta vida sin cuerpo. La fantasía es ilimitada porque la evolución también lo es.
No discutamos las formas. Donde hay organización, en la forma de dunas, rocas, ríos, estrellas, planetas, galaxias, hay vida. La vida, en última instancia, no empieza con elefantes ni dinosaurios, sino con partículas inmensamente pequeñas, pero con la información de una organización.
Depende de cada uno si quiere creer en la creación o en la evolución; la organización de la vida en lo elemental está ahí.
Josef Bauer