El OVNI de Curuguaty, Paraguay – Parte 2

 

Reportaje: #174

El OVNI de Siete Montes, en las cercanías de Curuguaty, una ciudad en Paraguay, revela sus secretos de forma y medida. 

La forma es de un platillo volador típico, con una forma simétrica. El piso plano tiene un diámetro de aproximadamente siete metros ochenta.

La pared, de aproximadamente dos metros, es recta, sin importar la aerodinámica de un avión o un coche. Después se empieza a curvar con una altura de un metro y medio para formar un domo de aproximadamente dos metros de altura y un diámetro de unos dos metros. En total, tiene una altura de cinco metros y medio.

La relación entre las medidas de diámetro y altura de un OVNI de este tipo es la siguiente: el diámetro es la altura multiplicada por 1,41515, o la altura es el diámetro dividido por 1,41515. 

En las imágenes se ve perfectamente la simetría y el cuerpo del aparato. También se puede ver el aura que envuelve el aparato.

La primera vez se ve tan claro, en los filtros gráficos usados, la forma, el aura energética y su inclinación vertical. 

¿Qué significa esta inclinación vertical?

¿El aparato no vuela sobre su eje horizontal?

No, vuela en posición vertical en un vuelo horizontal.

¿Cómo es posible? Es así como si volara un avión levantado noventa grados y se desplazara hacia adelante en dirección horizontal.

¿Un avión puede hacerlo?

Hacia arriba, no. Hacia abajo, algunos segundos antes de estrellarse, pero jamás un metro en dirección horizontal.

Porque depende de la aerodinámica.

¿Qué es eso?

Las hélices o el empuje de una turbina lo impulsan hacia adelante, y con la ayuda de las alas puede mantenerse en el aire. Las alas curvadas en su forma le dan al aire un impulso desde abajo hacia arriba, y encima de las alas se produce un pequeño vacío que levanta el avión hacia arriba. Estas dos fuerzas, junto con el empuje de las turbinas, lo mantienen en el aire. Jamás puede quedarse quieto. Solo estas tres fuerzas juntas pueden evitar que la gravedad tome el poder sobre la masa del avión, y funcionan solo cuando está en movimiento.

El OVNI se mueve con otra energía y con un aprovechamiento de alguna energía diferente de forma distinta.

No existe la aerodinámica. El aire ni lo frena y, por ende, no calienta el aparato por fricción, porque no hay fricción entre el aparato y el aire.

No existe la gravedad. No existe la fricción. Entre nuestra dimensión y la dimensión del OVNI no hay contacto físico.

Si no tiene que usar hélices o turbos que lo mantengan en el aire, entonces tiene que usar una fuerza invisible, como el magnetismo, para su desplazamiento, y otra fuerza para mantenerse en el aire sin estar expuesto a los fenómenos de la gravedad.

Ver este aparato significa tanto que no se puede describirlo en pocas palabras.

La gravedad se puede anular. ¿Cuántas leyes físicas se rompen con esto? ¿Cuántas leyes nuevas se descubren? ¿Qué energía se usa?

Siempre dije que, mientras se vea humo saliendo de un vehículo, mientras se vea un espejo lateral, mientras se usen limpiaparabrisas y mientras se cargue aceite en los diversos huecos de hierro, como la caja y el motor, no ha terminado todavía la fase de descubrimientos técnicos y físicos.

El sistema de transporte OVNI, sin saber qué energía se usa ni qué ley física se inventó, muestra que estamos totalmente equivocados con todos los postulados científicos.

La religión tiene que reformarse e incluir vidas en otros planetas y, posiblemente, en el futuro próximo, las vidas silvestres de nuestro planeta como criaturas con alma y sentidos.

La situación de Dios se complica. Tiene que retirarse o expandirse a toda la materia por igual. Pero jamás puede ser un dios exclusivamente para esta Tierra y para una parte de esta humanidad.

No hay una Tierra con vida bendita, hecha por Dios, y un Marte o cualquier otro planeta en el universo sin la presencia y la bendición de Dios.

La historia esconde más de lo que se cuenta. Sabemos de cinco mil años de nuestro pasado. ¿Qué son cinco mil años? Nada. La Tierra tiene 4,5 mil millones de años, y mil millones de años después de la formación de la Tierra, ya hubo formas de vida.

Las ciencias de la medicina, la biología, la astronomía, la filosofía, la física y la química tienen que empezar de nuevo. Un aparato con el peso de un camión se mantiene en el aire, en silencio, inclinado como quiere, con velocidad o quieto, y no cae ni se estrella en el suelo.

No hay magia, pero sí nuevas tecnologías.

Ellos, no importa quiénes sean, gente de aquí o de otros planetas, nos muestran que hay más por descubrir.

Pero también hay que preguntarse quién decide hasta qué nivel puede informarse el hombre común de nuevos descubrimientos.

Hasta la lectura y la escritura estaban prohibidas hace poco. Y donde no se prohíbe, no se estimula. ¿Por qué hay tantos analfabetos justo donde la tierra es más fértil? En América Latina y en África.

¿Por qué países del primer mundo no ayudan a los países pobres con el desarrollo de la enseñanza? ¿Qué cuesta un profesor en un país subdesarrollado? Doscientos dólares por mes. Con un misil menos o un día menos de guerra, se podrían construir en un año todas las aulas necesarias y pagar a todas las maestras.

Pero un pueblo intelectualmente desarrollado piensa por sí mismo y no se deja manipular. Una horda de ovejas es más fácil de dirigir que una sociedad informada y preparada.

Siempre alguien temió que la gente descubriera la verdad. La verdad sobre el mundo entero.

Adán no comió todavía la manzana.

Es mentira que mordió la manzana. Ahora es el momento de morder con fuerza la manzana del jardín de Edén, la manzana del conocimiento.

Es mentira que fuimos expulsados del jardín divino de Edén. Nunca nos dejaron entrar. Nunca estuvimos dentro. Llegó el momento de comer la manzana ofrecida por Eva y llenarnos de sabiduría.

Sabiendo de todo y todos sabiéndolo, así podríamos entrar y acomodarnos en Edén, en este jardín ofrecido por Dios.

Josef Bauer