La astronomía, y la observación de las estrellas, de trae a veces la sorpresa de un avistamiento sorpresivo.
Sea de algo de afuera del sistema solar, como una estrella fugaz, una cometa, o estrellas, que se mueven. Estrellas, que emiten una luz pulsante. En algunos casos tienen una luz naranjada y vuelan sobre una de nuestras ciudades. Hay que aclarar, que estrellas no vuelan. La tierra gira y eso da a las estrellas el aspecto de movimiento. Quien se mueve es la tierra.
Estos puntos brillantes en movimiento, vienen sin aviso, y así se van otra vez. No pretendo saber, y poder identificar, todo que se mueve. No, lejos estamos de eso, pero algo se mueve. Algo hecho artificialmente. Punto.
Algo, de alguien, que sabe construir máquinas. A mí, en primer plano, no me importa, de donde vienen, y quien lo construye.
Filosóficamente, religiosamente, y políticamente, y porque no científicamente, tiene una identificación correcta un valor inmenso.
En la política, que alguien descubre el poder militar, o el poder científico, no le gusta a los poderosos de este, o cualquier otro mundo.
No se permite, que viene el descubrimiento del Origen de estos aparatos, antes del tiempo de la revelación programado, y menos de gente ajeno de estas instituciones, sea aquí en la tierra, o allá en otros mundos.
Saber de dónde vienen, significaría filosóficamente un salto en los dimensiones. En el caso, que las naves vienen de otras civilizaciones, hay que pensar tanto, pero tanto. Tendríamos que preguntarnos, en qué nivel somos ubicados entonces nosotros.
Religiosamente seria un salto positivo. A partir del descubrimiento de otras vidas, allá afuera, la dimensión de la creación podría ocupar por fin su lugar en una religión universal. Se terminaría el pensamiento egocéntrico, y el geocéntrico.
No se terminaría la religión en sí, pero todas las religiones tendrían que borrar muchas Dogmas, y tendría que tratar, a unir las reglas, de sus religiones, e incluir como en la ciencia, algo así como una teoría unificada de todas las fuerzas positivas.
Creo un descubrimiento seria un salto cuántico para el ser humano.
Podríamos romper las cadenas, tumbar las murallas, que no nos dejen ver la realidad, y correr hacia la libertad.
La libertad en los pensamientos, en la religión, hasta en la política.
No podríamos correr de la responsabilidad.
Más responsabilidad tendríamos.
Más coherente tendría que ser cada palabra, y cada gesto.
Mas respecto tendríamos que tener a la vida, y creo firme en eso, la fe en dios tendrá que entrar en los corazones de toda la humanidad.
La confirmación oficial de un avistamiento de una nave de una civilización ajena de la nuestra acompañara en consecuencia un pensamiento nuevo.
La religión y porque no las dividas fuerzas políticos de todo el mundo sentirían Una fuerza espiritual, cual la uniría a todo la humanidad.
No podríamos vernos mas, como blanco o negro, como gente del norte, o del sur, sino únicamente hijos de esta tierra e hijos de un dios para todo.
Saludos
Josef Bauer
0 comentarios:
Publicar un comentario
Por favor no repiten el envió de su cometario. Su comentario aparece recién después de un análisis del texto. Eso no es automático y puede tardar e podría ser suprimido en caso de un nivel no aceptable.
Escribe su comentario: